El poder de las aguas mineromedicinales para mejorar la salud y la calidad de vida

Diversos estudios avalan las terapias en balnearios para aliviar las secuelas de los tratamientos de quimioterapia y contribuir a la recuperación de pacientes oncológicos al finalizar el proceso de cura. Es el caso de las aguas mineromedicinales del Balneario de Ariño ricas en sulfato, calcio y magnesio, que contribuyen a la mejora de patologías del aparato locomotor, a la reducción del dolor, y también al tratamiento de problemas dermatológicos y respiratorios.

Pero desde el Balneario de Ariño constatan que uno de los efectos más importantes para este tipo de pacientes, es la disminución del estrés, la ansiedad y la depresión tratadas mediante diferentes técnicas hidrotermales. Técnicas que también se pueden aplicar a personas supervivientes, familiares y cuidadores que acompañan a las personas con cáncer en el proceso de tratamiento de la enfermedad.

En este Centro Termal el paciente puede relajarse en la piscina de agua mineromedicinal, lo que contribuye a reducir el dolor de huesos y músculos; y también disfrutar de un jacuzzi interior, o de otro exterior que une los beneficios de las aguas termales al disfrute de unas maravillosas vistas a la Sierra de Arcos. La terapia de relax se completa en las camas de hidromasaje, el pasillo vascular, el vaporarium y diferentes técnicas como chorros cervicales y dorsales para liberar la tensión acumulada en el cuerpo.

Terapia emocional y de acompañamiento

La Unidad de Medicina Termal del Balneario de Ariño incorpora un programa de terapia especializada con el objeto de acompañar a los pacientes en el adecuado manejo de las emociones durante el tratamiento del cáncer y otras patologías. Una “Escuela de Emociones”, sesiones de inteligencia emocional y de autoestima, y también técnicas de apoyo para cuidadores, forman parte de este programa terapéutico de acompañamiento, en el que además el paciente puede socializarse y compartir su estado emocional con otras personas en situación similar.

Adicionalmente, tanto el enclave natural en el que se ubica el balneario, como el trato del personal, favorecen la relajación y desconexión, factores que contribuyen de forma positiva en el proceso de cura y recuperación del cáncer y otras enfermedades.